Como padre o madre, usted quiere tomar las mejores decisiones para su hijo(a). El estar informado(a) le ayudará. Sus preguntas son importantes y usted merece información confiable para apoyar sus decisiones. Si gusta saber más, consulte a su doctor o visite los sitios Web que aparecen al final.
Sí. La tosferina (tos convulsiva o “whooping cough") aún es común en los EE.UU. Otras enfermedades, como el sarampión y la polio, están circulando en otras partes del mundo. Sólo toma un viajero no vacunado para traer alguna enfermedad de otro país a casa. Si los niveles de vacunación caen, los casos raros que tenemos en los EE.UU. podrían multiplicarse rápidamente y poner a nuestros hijos en peligro.
- El sarampión. El sarampión sigue siendo común en muchos países. Tanto los adultos como los niños pueden contraer el sarampión durante un viaje y contagiar a otros al regresar a casa. Frecuentemente, esto puede causar brotes y casos de sarampión.
- E el 2024 más de 2,700 se contagiaron de tosferina en California y un bebé murió.
- Antes de que se desarrollara la vacuna contra la varicela, la enfermedad hospitalizó a más de 10,000 estadounidenses y causó más de 100 muertes cada año. Los niños que contraen la varicela pueden desarrollar infecciones de la piel graves o neumonía.
Los medicamentos holísticos pueden ser muy útiles para algunas condiciones, pero sólo las vacunas proporcionan inmunidad específica a las enfermedades. Sólo las vacunas han sido comprobadas científicamente para proteger contra el COVID-19, la influenza, la tosferina, el sarampión y otras enfermedades. Los profesionales holísticos, incluyendo los Médicos Neuropáticos para las Vacunas y el Dr. Andrew Weil del Centro para la Medicina Integral, apoyan las vacunas.
Dar pecho es muy saludable para su bebé, pero el amamantar por sí solo no puede proteger completamente a los bebés de enfermedades como la tosferina o el sarampión. Aunque vacunarse durante el embarazo puede proteger a los recién nacidos de infecciones como la tosferina y el COVID-19, los anticuerpos que se pasan de madres a hijos durante el embarazo solo duran unos meses.
El COVID-19 ha causado la muerte de más de 1 millón de estadounidenses y millones más en todo el mundo. Los médicos han identificado una complicación muy grave llamada síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C, por siglas en inglés) que puede poner en peligro la vida. Se ha demostrado que las vacunas contra el COVID-19 protegen a los niños contra MIS-C y otros problemas de salud graves que causa el COVID-19. Más de 31 millones de niños han recibido de forma segura la vacuna contra el COVID-19 en los Estados Unidos, y el seguimiento continuo de la seguridad muestra que la vacuna contra el COVID-19 sigue siendo segura para los niños. Mantenerse al día con las vacunas contra el COVID-19 brinda la mejor protección contra casos graves del COVID-19.
Algunas personas piensan que el contraer una enfermedad es la forma “natural" para desencadenar la respuesta inmune del cuerpo, pero esto tiene un riesgo—muchas de las enfermedades prevenibles por vacunas pueden tener complicaciones peligrosas, como la neumonía, ceguera, daño cerebral y hasta la muerte. Las vacunas desencadenan de forma segura una respuesta inmune natural, pero no causan la enfermedad. Mientras que hay algunas vacunas que previenen casos severos y leves de enfermedad, otras vacunas como las vacunas contra la influenza y el COVID-19, son más efectivas en la prevención de casos severos que pueden resultar en la hospitalización y la muerte.
Sí. Los niños están expuestos a cientos de virus y bacteria durante actividades normales como comer y jugar. El vacunarse no es carga adicional para el sistema inmunológico—aun para los bebés. Las vacunas que se dan en combinación, como MMR (que protege contra el sarampión, las paperas y la rubéola), o el recibir varias vacunas en la misma cita es muy seguro.
Las vacunas son seguras para los niños con los tipos de alergias más comunes. La vacunación es especialmente importante para los niños con ciertos problemas de salud que pueden ponerse muy enfermos si contraen una enfermedad. Si su hijo tiene una alergia o cualquier condición de salud, hable con su doctor. El doctor le puede decir si cualquier vacuna debe posponerse o evitarse. No hay ninguna relación entre el desarrollo del asma y las vacunas.
Mientras que algunos padres primero notan signos de autismo más o menos al mismo tiempo que vacunan a su hijo, los dos eventos no están relacionados. Docenas de estudios científicos han llegado a la conclusión de que no existe ninguna relación entre las vacunas y el autismo . Las siguientes organizaciones han emitido declaraciones diciendo que no existe ninguna conexión entre las vacunas y el autismo: la Fundación de la Ciencia del Autismo, la Academia Americana de Pediatría, la Academia Nacional de Medicina, la Clínica Mayo, los Institutos Nacionales de Salud y la Organización Mundial de la Salud. Mientras que las tasas de autismo continúan aumentando por todo el mundo, las tasas de autismo son las mismas en niños no vacunados que en niños vacunados. Otros estudios sobre el autismo sugieren que los niños con autismo tienen demasiadas células en un área clave del cerebro necesaria para la comunicación y el desarrollo social y emocional. Este tipo de desarrollo del cerebro ocurre durante el segundo trimestre del embarazo, mucho antes de que los niños reciban cualquier vacuna.
En el 1998, un estudio utilizó datos falsos para sugerir una conexión entre la vacuna triple MMR y el autismo. Después de una mayor investigación, la publicación retractó el estudio, y el autor principal perdió su licencia médica.
Algunos de los ingredientes en las vacunas suenan como sustancias extrañas, pero su cuerpo los conoce bien. Aquí están los hechos:
- El aluminio se utiliza en cantidades muy pequeñas para aumentar la respuesta inmune del cuerpo y hace que la vacuna sea más efectiva. El aluminio también existe naturalmente en la tierra, el agua y el aire. Durante los primeros 6 meses de vida, su bebé recibe más aluminio de la leche materna o la leche de fórmula, incluyendo la fórmula a base de soya para bebés, que de todas las vacunas en total. El aluminio no se acumula, y la mayoría se elimina del cuerpo dentro de un par de semanas.
- El formaldehído a veces se utiliza para mantener las vacunas libres de gérmenes, pero también se produce naturalmente en el cuerpo humano como una función normal del cuerpo para producir energía. De hecho, los estudios muestran que los recién nacidos pesando entre seis y ocho libras naturalmente tienen 50-70 veces más formaldehído en sus cuerpos que una sola dosis de cualquier vacuna que puedan recibir.
- El timerosal es un conservante que contiene mercurio que ya no se usa en vacunas rutinarias, excepto en algunos tipos de la vacuna contra la influenza. Aunque no se sepa de ningún daño causado por el timerosal, como medida de precaución, la ley de California prohíbe la administración de vacunas que contienen timerosal a mujeres embarazadas y niños menores de tres años. Las vacunas contra la influenza sin timerosal están ampliamente disponibles.
Los calendarios alternativos u omitir o retrasar vacunas ponen a su hijo en riesgo de contraer enfermedades graves cuando es más pequeño—en el momento cuando estas enfermedades son más peligrosas. Es por eso que la mayoría de los doctores siguen el calendario de vacunación recomendado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés). El Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (CAPI) lo actualizan cada año basado en el análisis independiente de médicos científicos. El calendario de vacunación infantil de los CDC ofrece cierta flexibilidad, lo que le permite trabajar en estrecha colaboración con el doctor de su hijo para garantizar la mejor atención.
Es importante saber que extender las vacunas fuera del calendario de los CDC no se basa en la ciencia. Si bien puede parecer reconfortante extender las vacunas, los estudios científicos muestran que esto puede ser más estresante para su hijo. Es más, recibir vacunas durante la misma cita es seguro y eficaz.
Los CDC recomiendan vacunar a su hijo tan pronto como sea elegible para asegurarse de que esté protegido lo antes posible contra enfermedades graves, pero prevenibles. La salud y el bienestar de su hijo son la prioridad, y seguir el calendario recomendado ayuda a brindar la mejor protección contra enfermedades prevenibles cuando su hijo es más vulnerable.
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