Lograr que los niños de California regresen a la enseñanza completamente en persona es muy importante para el desarrollo académico, emocional y social de los estudiantes. A medida que se acerca el nuevo año escolar, todo lo que hemos aprendido a través de la ciencia durante el último año nos ha enseñado cómo los niños pueden regresar de manera segura a la enseñanza completamente en persona. Las vacunas han reducido en gran medida la cantidad de COVID-19 que hay en nuestras comunidades y los padres, maestros y estudiantes mayores son elegibles para ser vacunados.
Además, las escuelas utilizarán varias medidas de seguridad en el campus que las investigaciones han demostrado que funcionan, como el uso de mascarillas, buena ventilación en las aulas y pruebas de COVID-19. Pero antes que nada, es importante saber que los niños más pequeños tienen menos probabilidades de contraer COVID-19 o enfermarse gravemente por el coronavirus, por lo tanto ellos pueden regresar a las escuelas de manera segura.
Los Niños Tienen Menos Probabilidades de Contraer COVID-19 que los Adultos
Las investigaciones de todo el mundo muestran que los niños contraen COVID-19 con menos frecuencia que los adultos. Cuanto más pequeño es el niño, menos puertas tiene el virus para entrar en su cuerpo. Estas puertas, llamadas receptores ACE-2, son la forma en la que el virus ingresa al cuerpo. Con menos puertas, es más difícil que el virus infecte a los niños y se enfermen menos si se infectan.
Cuando los niños contraen el virus COVID-19, la forma más común de contraerlo es a través de un adulto en su casa y no de otros estudiantes en la escuela. Esto se ha encontrado en un gran número de estudios de investigación de muchos países diferentes. Con las vacunas, muchos adultos están protegidos contra el COVID-19, por lo que hay menos casos en adultos en comparación con antes. Incluso con menos casos en adultos gracias a las vacunas, los niños siguen teniendo menos riesgos de contraer el virus en comparación con los adultos no vacunados.
Escuelas = Menos Propagación. Reuniones Comunitarias y Sociales = Más Propagación
La propagación del COVID-19 entre los estudiantes en las escuelas es mucho menos común que la propagación del COVID-19 en la comunidad o por reuniones sociales en el interior, como fiestas de cumpleaños y bodas. Aunque las tasas de COVID-19 en la comunidad son altas, las tasas en las escuelas son consistentemente más bajas. Las personas con mayor riesgo en los campus escolares son en realidad los maestros y personal adulto, por lo que es importante que todos los grupos de edad elegibles se vacunen para prevenir la infección y la propagación.
La Vacuna es la Mejor Protección
La mejor protección contra el COVID-19 es la vacuna. Los estudiantes mayores de 12 años y los adultos deben ser vacunados. Los padres de familia pueden ayudar a proteger a sus hijos vacunándose, ya que reduce el riesgo de exposición de sus hijos al COVID-19 en el hogar.
Mascarillas, Ventilación, Lavarse las Manos, Quedarse en Casa Cuando Estén Enfermos
Otras medidas de seguridad reducirán aún más el riesgo de que los niños contraigan COVID-19. Esto incluyen que los maestros y estudiantes usen mascarillas, asegurarse que las aulas y los edificios escolares tengan una buena ventilación, lavarse las manos y quedarse en casa cuando estén enfermos. Estas medidas de seguridad protegen a todos, especialmente a los niños más pequeños que aún no pueden recibir la vacuna.
Las Pruebas de COVID-19 en las Escuelas son Importantes
Casi la mitad de todos los niños que contraen COVID-19 no presentan algún síntoma. Las pruebas de COVID-19 hechas con regularidad en las escuelas pueden ayudar a identificar a los estudiantes y maestros que tengan el virus, aunque no se sientan enfermos. Las pruebas de COVID-19 pueden detener un brote en la escuela antes de que empiece.
Cada día se realizan nuevas investigaciones y sabemos mucho más sobre el COVID-19 en los niños que hace un año. Hemos aprendido de ejemplos de lo que funciona y lo que no funciona. Si usamos estas fases de seguridad, las escuelas pueden ser lugares seguros para los maestros y el personal, así como entornos de aprendizaje seguros para los niños.