¿Qué es la legionelosis?
"Legionelosis" es el nombre general que reciben las infecciones causadas por las bacterias
Legionella. Existen dos tipos de legionelosis: la
neumonía legionelósica (una forma grave de neumonía) y la
fiebre de Pontiac (una enfermedad más leve). Lo más habitual es que la legionelosis se produzca por la inhalación de vapor o pequeñas gotas de agua que contienen las bacterias
Legionella. En general, la legionelosis no se transmite de persona a persona.
Neumonía legionelósica
La neumonía legionelósica es un tipo grave de infección pulmonar o neumonía. Suele requerir atención hospitalaria, aunque en general puede tratarse satisfactoriamente con antibióticos. Los síntomas de esta enfermedad son similares a los de otros tipos de neumonía y pueden incluir los siguientes:
La mayoría de las personas sanas expuestas a las bacterias
Legionella no presentan neumonía legionelósica. Sin embargo, algunas personas corren un mayor riesgo de contraer esta enfermedad, como las siguientes:
Las personas con riesgo de contraer neumonía legionelósica pueden ayudar a prevenir la infección reduciendo su exposición a las fuentes de agua recreativas o decorativas en las que las bacterias
Legionella podrían ser un problema. Estas incluyen las siguientes:
Debido a que puede ser difícil evitar la inhalación de vapor o gotas de agua que podrían contener
Legionella, la clave para prevenir la neumonía legionelósica es reducir el crecimiento y la propagación de la legionela en primer lugar.
Fiebre de Pontiac
La fiebre de Pontiac es una infección más leve que mejora por sí sola. Los síntomas de esta enfermedad pueden incluir fiebre y dolores musculares, pero no incluyen neumonía (infección pulmonar). Los síntomas de la fiebre de Pontiac suelen mejorar en menos de una semana y no requieren atención médica.